Opinión

Donde se estaba construyendo un polo de vida, hoy hay un cementerio

Por Juan Pablo Uriona (*)

Viendo la foto publicada hoy en el diario La Capital de Mar del Plata sobre el lugar dispuesto por el intendente Arroyo para alojar los automóviles secuestrados por el Municipio me vino a la mente un recuerdo, entrañable.

Durante los años 2014 y 2015 me desempeñé como director de Prensa del Municipio de General Pueyrredon. Entre las primeras actividades que me encomendaron fue cubrir con los medios locales el traslado de una palmera.

Si, el traslado de una palmera. Se trataba de una especie muy añeja que iba a quedar en medio de la construcción del futuro Centro Cívico, en avenida Libertad y Tandil.

Confieso que me pareció un tema menor para movilizar a los medios e inclusive para ir yo. Pero, la curiosidad del periodista y la obligación laboral, más la presión del intendente Pulti que estaba personalmente detrás de todos los temas, por menor que fuera (de eso me enteré después) hizo que pusiéramos especial interés.

Allí arribamos con los colegas y vimos como una enorme grúa trasladaba a esa bendita palmera, altísima, con la celosa tutela de los empleados municipales que hicieron todo el trabajo como si se tratara de una reliquia muy preciada.

Pasó el tiempo, la obra comenzó a tomar forma y la palmera fue fiel testigo del avance del Centro Cívico desde los cimientos. Pasaron los años, y donde iba a haber un centro de vida y de desarrollo para el barrio, hoy hay un cementerio.

(*) Periodista. Ex director de Prensa de la Municipalidad de General Pueyrredon.

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